La opinión rusa sobre los kurdos y la política exterior estadounidense

Este artículo apareció por primera vez en el blog Ethics & International Affairs.

El sitio ruso de noticias de defensa Voennoye Obozrenie tiene una opinión muy interesante y cáustica sobre la retirada estadounidense del norte de Siria:

. . . los estadounidenses son un aliado poco fiable. . . Y esto, por cierto, es una buena advertencia para todos los países y fuerzas que cuentan con el apoyo estadounidense. No sacrificarán a su pueblo, ni invertirán mucho dinero en guerras "extranjeras" por el bien de otros países y pueblos . . .

Sin embargo, esto vuelve a la cuestión de la narrativa. Los estadounidenses están dispuestos a sacrificarse, pero los líderes deben conectar una acción política concreta con una narrativa más amplia y comprensible. Lo que estamos viendo actualmente en Washington y en todo el país es cómo la cuestión kurda encaja en narrativas más amplias sobre el papel que Estados Unidos debe desempeñar en el mundo y cómo deben cumplirse los compromisos y promesas estadounidenses. En concreto, ¿qué garantías dieron a los kurdos sirios las administraciones Obama y Trump, tanto por parte de altos cargos como de representantes estadounidenses sobre el terreno?

También habla del problema de la lengua bífida en los asuntos exteriores. Siempre me ha preocupado el fenómeno del doble juego cuando se trata de la cuestión de las alianzas y los compromisos. Como forma de cuadrar el círculo en los últimos años, los responsables políticos han animado a sus socios a creer que tienen una relación más firme y vinculante con Estados Unidos (lo que a menudo se transmite al describir a alguien como "aliado"), evitando al mismo tiempo los compromisos formales y legales de los tratados que hacen que las alianzas sean reales. La apuesta es que nunca se cobrará el cheque proverbial, pero el problema es que cuando se exige el cumplimiento del compromiso, la opinión pública estadounidense no está a favor y el gobierno de Estados Unidos encuentra el fundamento jurídico para anunciar con pesar que, después de todo, no existía una alianza real desde el punto de vista jurídico.