Este artículo apareció por primera vez en el blog blog de Ética y Asuntos Internacionales.
El senador Bernie Sanders ha puesto fin a su campaña para obtener la nominación del Partido Demócrata a la presidencia, pero ha dicho que seguirá en las votaciones primarias para continuar acumulando delegados en un esfuerzo, como él dice, por dar forma a la dirección del partido. Por su parte, el presunto candidato, el ex vicepresidente Joe Biden, ha prometido que buscará formas de incorporar las ideas de Sanders a su propia campaña.
La mayoría de los observadores consideran que esto ocurre sobre todo en el ámbito de la política interior, especialmente en lo que respecta a la sanidad y la política fiscal. Pero, ¿se aplicará también a los asuntos internacionales? Después de todo, había algunas diferencias significativas entre los dos candidatos, especialmente en lo que se refiere al alcance y el ámbito de la participación estadounidense en los asuntos internacionales.
Sin embargo, hay indicios de que la campaña de Biden podría intentar reducir la diferencia. Esto tiene algunas implicaciones interesantes para el discurso general sobre asuntos exteriores que Joe Biden podría presentar en un cara a cara con Donald Trump. Por un lado, la campaña de Biden ha indicado que prestará más atención al cambio climático como tema, aunque quizá no lo convierta en un principio organizativo central de la forma en que Estados Unidos se relaciona con el mundo. Es posible que en 2020 Biden se incline por aceptar cierto grado de recalibración de los pactos de libre comercio y la ampliación de los compromisos de alianzas, mientras que Sanders contribuiría a reforzar la inclinación por la "comunidad democrática": que Estados Unidos centre sus esfuerzos en privilegiar los lazos comerciales y de seguridad con otras democracias. En parte, esto se debe al reconocimiento de que una reversión a gran escala de las políticas anteriores a 2016 es menos factible dados los cambios en la opinión pública en los últimos cuatro años.
Lo que será interesante observar es si se produce una convergencia entre Sanders y Biden sobre la cuestión de China. Josh Rogin ha publicado algunos resultados de encuestas muy interesantes que sugieren que la preocupación por China, especialmente tras la crisis del coronavirus, se está convirtiendo en una cuestión unificadora en Estados Unidos. Una desvinculación parcial de China respecto al comercio, los derechos humanos y el coronavirus atraería a grupos dispares dentro de la coalición demócrata: populistas, de derechos humanos y de seguridad nacional.
Si Biden opta por presentar una candidatura de unidad, ¿intentará amalgamar piezas de diferentes narrativas de política exterior en una visión global? Los indicios sugieren que criticará el enfoque de "América primero" de la administración Trump como una América sola, y ofrecerá una alternativa calibrada de América con aliados.