Este artículo apareció por primera vez en Ética y Asuntos Internacionales blog.
Bill Burns, célebre diplomático y ahora presidente de la Fundación Carnegie, hace un paralelismo con la labor del proyecto estadounidense Global Engagement en su evaluación en The Atlantic y coincide conmigo en que las elecciones de 2020 representan una elección entre distintas visiones del futuro. Escribe:
Seguimos teniendo voto y seguimos teniendo que tomar decisiones fatídicas. Son más complicadas que las que afrontamos al final de la Guerra Fría, cuando nuestra indiscutible primacía nos protegía de nuestros errores y sostenía nuestras ilusiones. Pero las decisiones de hoy son aún más importantes que las de hace 30 años.
Estados Unidos debe elegir entre tres grandes enfoques estratégicos: repliegue, restauración y reinvención. Cada uno de ellos aspira a cumplir nuestros intereses y proteger nuestros valores; en lo que difieren es en su evaluación de las prioridades e influencia estadounidenses y de las amenazas a las que nos enfrentamos.
Burns consolida las narrativas que identificó el proyecto Carnegie Council (aunque adopta algunas de las mismas nomenclaturas). El informe del CCEIA identificaba el "restauracionismo escarmentado", el "internacionalismo transaccional", la "comunidad democrática", el "repliegue", la "regeneración y reindustralización" y el "cambio climático". Burns también tiene una narrativa restauracionista, y combina aspectos de las otras narrativas para sus narrativas de repliegue y reinvención.
Pero su artículo coincide en líneas generales con el informe del año pasado y ofrece un conjunto similar de opciones que tanto las élites como los ciudadanos deben considerar. También es importante leer sus perspectivas y alinearlas con el conjunto de encuestas que se han realizado -nuestra propia encuesta Carnegie Council , las de la Fundación Eurasia Group y el Chicago Council on Global Affairs-, todo lo cual se discutió en nuestro evento Vox Populi a principios de este verano, para identificar diferentes centros de gravedad para diferentes narrativas dentro del cuerpo político.
Merece la pena repetir aquí la conclusión de Burns, que sigue siendo la razón de ser del trabajo del proyecto U.S. Global Engagement:
Armada con un claro sentido de las prioridades, la próxima administración tendrá que reinventar las alianzas y asociaciones de Estados Unidos y tomar algunas decisiones difíciles -y necesarias- sobre las herramientas y las condiciones de compromiso de Estados Unidos en todo el mundo. Y tendrá que actuar con la disciplina que tan a menudo se le escapó a Estados Unidos durante su perezoso dominio de la posguerra fría.