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El representante Ro Khanna (D-CA) tuitea: "Está surgiendo una coalición de izquierda y derecha de sentido común a favor de una política exterior de moderación". No cabe duda de que en las últimas semanas hemos visto algunos desafíos interesantes a algunas de las verdades establecidas sobre el papel que Estados Unidos debe desempeñar en el mundo. Aunque sólo sea por eso, la mayor diversidad de procedencias y experiencias en el nuevo Congreso está planteando retos o críticas al statu quo.
El comentario de Khanna sigue a un análisis que sugiere que, para ganarse el apoyo de los votantes, la implicación de Estados Unidos en el mundo debería estar relacionada con la mejora de la seguridad y la prosperidad de los estadounidenses, y que esta opinión tiene resonancia entre quienes se autodefinen como conservadores y liberales. Sigue habiendo poco apetito por el aislacionismo a ultranza, pero lo interesante en los próximos meses será ver si la tendencia descrita por Khanna empieza a cobrar forma y relevancia.
Un factor que puede retrasar este desarrollo es la naturaleza actual de la política estadounidense, que se centra directamente en la persona del presidente Trump. En asuntos como la OTAN, Siria o Corea, se ha producido una reafirmación reflexiva del statu quo como forma de registrar el malestar con Trump. Por otro lado, el Congreso está empezando a recuperar poderes de guerra que se contentó con dejar que los presidentes Bush y Obama ejercieran precisamente por desconfianza hacia Trump, pero a medida que estos poderes vuelven, se hace más difícil para este o futuros presidentes intervenir unilateralmente.