Responder al cambio climático equilibrando otras prioridades urgentes se ha convertido en un reto no sólo técnico, económico y político, sino también profundamente humano. Los cambios socioculturales y de comportamiento son fundamentales para superar este reto y, si se aplican, podrían reducir hasta un 70% las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en sectores de uso final como la edificación, el transporte terrestre y la alimentación.
Pero a pesar del espectacular aumento de los compromisos, estrategias y políticas climáticas en la última década, estos cambios siguen siendo difíciles de alcanzar y la aplicación de las medidas dista mucho de lo necesario para garantizar un futuro seguro, civilizado y próspero para la humanidad. Para desbloquear cambios más profundos, rápidos y duraderos en las diversas culturas, comunidades y sociedades de todo el mundo, se requiere urgentemente innovación.
La ética aplicada -el uso práctico del razonamiento moral en contextos reales- ofrece un potencial prometedor para identificar nuevas vías que motiven la acción a un nivel humano más profundo, catalizando cambios socioculturales y de comportamiento para superar la división, ampliar la legitimidad y desencadenar puntos de inflexión positivos para normalizar y acelerar la aplicación.
Carnegie Council for Ethics in International Affairs es una organización independiente y no partidista sin ánimo de lucro. Las opiniones expresadas en este informe no reflejan necesariamente la posición del Carnegie Council.