Ponente: Louise Arbour, International Crisis Group. Ex fiscal jefe de la ONU para los Tribunales Penales Internacionales para la antigua Yugoslavia y para Ruanda.
Transcripción:
Fui fiscal del Tribunal de Crímenes de Guerra para la antigua Yugoslavia y Ruanda. Sería difícil pensar en dos modelos más extremadamente diferentes en cuanto a cultura, historia, etcétera. Sin embargo, ambos, en el lapso de unos pocos años, condujeron a la perpetración de terribles atrocidades.
A menudo me preguntan: "¿Ve algún punto en común? ¿Ve algún tema entre los dos?"
Hay algunos. No puedo decirle si los historiadores y otras personas que observen con cierta distancia estos dos conflictos verán las mismas cosas que yo vi, que son muchas patologías.
En primer lugar, la patología de la identidad y la búsqueda de pertenencia, que normalmente es una aspiración humana muy sana. Buscamos nuestra identidad personal y nuestra pertenencia a la familia inmediata, al clan. Así es como determinamos el alcance de nuestras afiliaciones lingüísticas, culturales y religiosas, y nos definimos a nosotros mismos.
En el caso de la región de Ruanda (incluidos Burundi y los Grandes Lagos) hasta cierto punto estos factores siguen ahí. La patología de la identidad allí se ha convertido en el deseo de excluir y, en última instancia, en su forma más extrema, en genocidio y en la eliminación real del otro, como una forma de afirmar la identidad.
En los dos casos también, había patologías del principio de obediencia, lealtades a los líderes, alimentadas por, en el caso de la antigua Yugoslavia, la ideología comunista. Posiblemente, en el caso de Ruanda fueron las enseñanzas religiosas coloniales las que exageraron la obediencia como virtud, donde la gente renunció a su propio juicio moral.
Hay tantos factores, que no podría empezar a hacer justicia. Pero me llamaron mucho la atención en estos casos. La renuncia al juicio moral personal es un factor enorme en las matanzas masivas. En ambos casos también hubo un liderazgo extremadamente malo. Esto sería decir poco.