Andrew Carnegie dedicó la última parte de su vida a intentar conseguir la paz mundial. Creó la Church Peace Union (CPU) en febrero de 1914 con la convicción de que las congregaciones eclesiásticas podrían convertirse en la base de un movimiento popular para proscribir la guerra. En una terrible ironía, pocos meses después comenzó la Primera Guerra Mundial.
La pasión de Carnegie por la paz mundial perduró más allá de la guerra y la CPU (que más tarde se convertiría en Carnegie Council for Ethics in International Affairs) siguió esforzándose por alcanzar su utópico objetivo. El extracto accesible a continuación de Christian Internationalism (1919), de William P. Merrill, presidente de la CPU, explica la mezcla de desesperación y esperanza con la que los fideicomisarios de la Church Peace Union reaccionaron al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Ficha de trabajo y debate
A través de este extracto, los alumnos pueden analizar si los países, líderes y/u organizaciones aprendieron alguna lección constructiva de la Primera Guerra Mundial.
- ¿Aumentó la guerra el internacionalismo como postula Merrill?
- ¿Cambiaron las reglas de la guerra los horrores de ciertas armas, como el gas químico?
- ¿Qué otras políticas, perspectivas u órdenes internacionales cambiaron como resultado de la Primera Guerra Mundial? ¿Qué permaneció igual?
Este recurso también puede acompañar una lección sobre la Sociedad de Naciones y utilizarse como prueba de por qué algunos grupos estadounidenses apoyarían que Estados Unidos se uniera a la organización internacional.
El internacionalismo en el contexto de este artículo se refiere a "la buena voluntad, la justicia y el orden internacionales", que incluye el derecho internacional, pero no se limita a él. Para más información sobre el contexto del artículo, puede consultarse un extracto más extenso del capítulo aquí.