Ponente: Jeh Johnson, ex Consejero General del Departamento de Defensa de EE.UU.
Transcripción:
Siempre actuamos conforme a los principios del derecho de guerra de necesidad, proporcionalidad y distinción. Se distingue entre los objetivos militares legítimos y los civiles inocentes. Una operación militar tiene que ser proporcionada a sus objetivos -sindañoscolaterales excesivos- y tiene que ser necesaria. Son principios básicos del derecho de guerra.
Mucha gente se pregunta si debería haber un régimen jurídico distinto para la guerra con drones, para la fuerza letal selectiva. La respuesta es que no existe un régimen jurídico independiente para la fuerza letal selectiva. De hecho, el armamentode precisión -la fuerza letal selectiva-es en realidad una manifestación de los principios a los que me refería hace un momento, porque minimiza los daños colaterales.
También tuvimos problemas, obviamente, en relación con la fuerza letal contra ciudadanos estadounidenses. El principio básico allí, que se remonta a la jurisprudencia del Tribunal Supremo de la Segunda Guerra Mundial, un caso llamado Ex parte Quirines que un ciudadano estadounidense puede desertar y pasarse al enemigo y, una vez que lo hace, no goza de inmunidad en el campo de batalla. Los combatientes pueden ser ciudadanos estadounidenses. No gozan de inmunidad.
En esta administración, hemos desarrollado el principio adicional de que antes de actuar contra un ciudadano estadounidense, esa persona debe representar una amenaza continua e inminente para la nación y su captura no debe ser factible. Esto es algo que el fiscal general anunció en un discurso que pronunció el pasado mes de marzo. Hemos vuelto a oír referencias a ello hoy y ayer. Así que estos son los elementos legales básicos para las circunstancias en las que nos encontremos persiguiendo a un terrorista que sea ciudadano estadounidense.
Creo que el resultado de todo esto ha sido un marco legal más sostenible para nuestros esfuerzos. Hemos tenido un gran éxito en el frente antiterrorista durante los dos últimos años -enrealidad se remonta a la última parte de los años de Bush, creo-, y el resultado es que el núcleo de Al Qaeda contra el que el Congreso nos autorizó a luchar en 2001 ha sido prácticamente diezmado. Sigue habiendo afiliados que trabajan duro, pero el núcleo de Al Qaeda está muy degradado. Les cuesta comunicarse. Les cuesta reclutar.