Mientras Estados Unidos y China se preparan para celebrar una cumbre bilateral sobre el cambio climático en noviembre, un par de grupos de reflexión -uno de cada país- han declarado hoy que han identificado cinco medidas concretas y orientadas a las empresas que sus naciones podrían adoptar conjuntamente para combatir el cambio climático y satisfacer al mismo tiempo las necesidades energéticas.
China y Estados Unidos -los dos mayores emisores de carbono del mundo- deberían identificar un puñado de tecnologías "críticas para el mundo" que aborden la producción de energía y el cambio climático, según el Foro de Reforma de Chinaun grupo de reflexión chino, y el Carnegie Counciluna institución con sede en Nueva York. A continuación, los dos países deberían desarrollar conjuntamente las tecnologías bajo un régimen bilateral que promueva la inversión privada, el desarrollo de proyectos y los derechos de propiedad intelectual compartidos.
Carnegie Council y el Foro de Reforma de China dijeron que habían elaborado las medidas propuestas convocando a un grupo de trabajo de expertos en Nueva York el 28 de agosto.
El grupo identificó áreas específicas en las que ambos países podrían cooperar. Los participantes en la reunión señalaron que dicha cooperación requerirá el desarrollo de una confianza más profunda. Sin embargo, la búsqueda de formas de cooperación ayudará a crear esa confianza, un proceso que se refuerza. Cuanto más profundo sea el nivel de confianza, más ambiciosos y fructíferos serán los proyectos conjuntos. Una cooperación fructífera puede despolitizar la cuestión del cambio climático, permitiendo a los políticos estadounidenses vender el tema a sus electores y ampliar las perspectivas de una futura cooperación bilateral, afirmaron los participantes.
Los dos think tanks instaron a Estados Unidos y China a:
- Identificar entre cinco y diez tecnologías "críticas" que podrían mitigar el cambio climático y aumentar el suministro energético a corto y medio plazo;
- Establecer un protocolo bilateral para impulsar el desarrollo conjunto de estas tecnologías fomentando la inversión, el desarrollo y la protección de los derechos de propiedad intelectual;
- Emprender investigaciones conjuntas, quizá creando laboratorios, para desarrollar "tecnologías de salto" más allá de la huella de carbono -como los vehículos de pila de combustible de hidrógeno o los edificios ecológicos- con vistas a aprovechar infraestructuras totalmente nuevas.
- Poner en marcha un proyecto piloto conjunto en cada país -como la captura de carbono en una central eléctrica de carbón o una red eléctrica inteligente- a nivel local, estatal o regional.
- Apoyarse mutuamente en la creación y lanzamiento de campañas de educación pública destinadas a cambiar la opinión pública sobre el cambio climático, reforzar el sentido de la responsabilidad individual, ir más allá de una noción de suma cero de las obligaciones en materia de cambio climático y publicar un conjunto de buenas prácticas.
La reunión de Nueva York, organizada por Booz & Companytuvo lugar poco después de que se anunciara que el Presidente Barack Obama y el Presidente Hu Jintao de China celebrarían una cumbre en Pekín en noviembre, antes de las conversaciones multilaterales sobre el cambio climático que tendrán lugar en Copenhague en diciembre.
El Foro para la Reforma de China envió la delegación a Nueva York, que incluía a un general de división del Ejército Popular de Liberación y a destacados investigadores en economía y cambio climático. Los participantes en la conferencia procedían de dos agencias de las Naciones Unidas, grupos de reflexión norteamericanos, universidades y empresas como IBM y Booz & Company.
Carnegie Council y el Foro de Reforma de China afirmaron que tienen previsto volver a reunirse dentro de un año en Pekín con dos objetivos en mente: seguir desarrollando un entendimiento ético común entre Estados Unidos y China sobre el cambio climático y otras cuestiones, e informar de las reacciones de sus redes sobre las cinco áreas de cooperación sugeridas.
Las reuniones son los primeros pasos de lo que ambas partes esperan que sea una sólida relación institucional a largo plazo dedicada a la búsqueda de planteamientos éticos comunes para la resolución de problemas.
Para demostrar su liderazgo internacional en materia de cambio climático, Estados Unidos y China deben superar las mentalidades nacionales que desconfían de un verdadero reparto de la carga. Se sugirió que ambos países deberían encontrar formas de cambiar las actitudes públicas, por ejemplo, reconociendo, celebrando e incentivando a los emprendedores verdes.